La vitamina C es un cofactor esencial en numerosas reacciones enzimáticas, p. ej., en la biosíntesis de colágeno, carnitina y neuropéptidos, y en la regulación de la expresión de genes. También es un potente antioxidante, además de mejorar la integridad y resistencia de los vasos sanguíneos, algo esencial para optimizar nuestros procesos cognitivos. La ciencia aún no comprende en cuántos procesos y mecanismos puede mediar. Sin embargo, hay uno que sí se conoce y que se ha podido demostrar: la vitamina C reduce el nivel de cortisol en sangre; el ganador del premio Nobel Linus Pauling realizó numerosos estudios sobre las propiedades fisiológicas y terapéuticas de la vitamina C proponiendo que apenas estábamos empezando a descubrir el espectro de beneficios que su suplementación podría proveer. El ser humano es uno de los pocos animales vertebrados incapaces de sintetizar vitamina C y por lo tanto se la considera un nutriente esencial. Se estima que aproximadamente el 7% de la población general es deficitaria en vitamina C, pero este porcentaje asciende hasta un 47.3% en pacientes internados (1.) La absorción de vitamina C por vía enteral es limitada a través de un transportador activo y los estudios publicados indican que los efectos son dosis dependiente, siendo la dosis mínima a la que se han observado beneficios terapéuticos son de 50mg/kg/día y la dosis máxima de 200 mg/kg/días divididos en 4 dosis diarias a intervalos regulares de 6 horas. Dos meta análisis recientes que incluyeron 685 y 147 pacientes críticos suplementados con vitamina C intravenosa concluyen que, si bien en esta serie de estudios no se reporta una reducción en la mortalidad comparada, la vitamina C demostró reducir el tiempo de intubación hasta un 25% así como la necesidad de fluidos y soporte vasopresor, sin reportar efectos adversos (2.) La infusión intravenosa de altas dosis de vitamina C con o sin corticoides ha demostrado en numerosos estudios reducir la mortalidad, el tiempo de intubación, el tiempo de permanencia en terapia intensiva y el tiempo de internación general, sin efectos adversos de relevancia y ha sido objeto de numerosos estudios en su función de adyuvante terapéutico en el cuidado del paciente crítico. En el contexto de pandemia por coronavirus y con una elevada morbimortalidad y presión sobre los sistemas sanitarios resulta de especial importancia conocer sobre los recursos disponibles para mejorar el pronóstico de los pacientes de forma accesible y segura. Aún no contamos con un tratamiento específico contra el COVID-19, pero hasta que éste surja tenemos la responsabilidad de acceder e informarnos sobre las herramientas terapéuticas que estén a nuestro alcance para modificar el curso de esta pandemia y reducir su impacto en la sociedad. Lic. Juan Gilberto Ramírez Mena Coordinador de Formación y Educación Laboratorios Suizos El Salvador, C.A. Correo electrónico: formacionfarma@labsuizo.com Teléfonos: 2500-5531 y 7210-8891 Artículo basado en:

  • Comentario personal de una médica | 02 ABR 20
  • Megadosis de Vitamina C intravenosa en SDRA por COVID-19
  • Un posible aliado terapéutico de bajo costo y amplio margen de seguridad.
  • Autor/a: Dra. Florencia Paula Loza
  • https://www.intramed.net/contenidover.asp?contenidoid=95913

Bibliografía

  • 1. Fain, Olivier, et al. «Hypovitaminosis C in hospitalized patients.» European journal of internal medicine 14.7 (2003): 419-425.
  • 2. Harri, and Elizabeth Chalker. «Vitamin C may reduce the duration of mechanical ventilation in critically ill patients: a meta-regression analysis.» Journal of Intensive Care 8.1 (2020): 15.